-PRESENTACIONES-
04/01/2019
Empieza el año con mucha paz, mas de la que me esperaba. Es tiempo de principios, de puntos, de comas, de nuevos propósitos y de toma de decisiones…
Mi propósito para hoy es el de presentarnos, ligeramente a mí y al Proyecto -Actitud, el arte de escalar-
Sobre mí:
Para los que no me conocen les diré que son muchas las historias que se cuentan por ahí sobre uno y lo que hace. En mi caso, como siempre me gustó provocar, estoy seguro de que se podrá escuchar de todo. De lo bueno, les animo a que recelen, pues los buenos amigos siempre tendemos a decorar las historias para que estas parezcan mas fabulosas y entretenidas. Y de lo malo; tomen nota! y aprendan si puede ser. Pues no hay mejor escuela que la del ensayo error y, doy fe de que este menda es un profesional especializado en dicho campo.
Mi nombre es Hippie. Y digo mi nombre porque es el nombre que escogí en su día para ser utilizado por los demás a la hora de referirse a mí. La historia de sus orígenes es algo turbulenta y confusa incluso para mí y puesto que cada vez mas gente conoce mi trabajo, cada vez mas gente me pregunta el porqué de “Hippie”.
Todavía estoy reconciliándome con aquella vieja historia cargada de pasión y emociones contradictorias que me llevó a tomar la decisión de auto-bautizarme, y no acabo de encontrar el justo medio para expresarme al respecto, por lo que reservo esta anécdota para mis amigos mas íntimos o personas cercanas realmente interesadas en conocer mis orígenes e historia personal. Quizás revele algo en próximas ediciones, quien sabe. De momento me conformaré con decir que el nombre con el que me bautizaron fue Juan José Andújar Carsí, hijo de Rosa Carsí Velasco y Juanjo Andújar Blázquez. El segundo, después de mi hermana Zulema. No me considero un “Hippie” aunque supongo que en muchos aspectos así lo aparento, algo tendrá que ver.
El caso es que mi nombre viene dado por varias historias que me forman y como dice Paula en la entrada de mi libro <<El Hippie tiene varios nombres>> igual que historias que, el día menos pensado serán contadas.
En cualquier caso y a resumidas cuentas soy nacido y criado en el Cabanyal, un barrio costero de Valencia, donde viví mis primeras aventuras y tuve mis primeros contactos con el riesgo y las emociones fuertes y, donde he decidido, después de años de viajes y escapadas, regresar para plantar una pequeña semilla en forma de escuela de artes marciales llamada Cabanyal Dojo. Junto a mi maestro Lorenzo Serratosa, practico aikido todas las tardes de Martes y Jueves. Esos mismos días por las mañanas practicamos Ashtanga Yoga para empezar bien el día.
He dedicado la mayor parte de mi tiempo de adulto a la escalada. Vivir para escalar, así me gusta pensarlo. Hoy en día hago otras cosas, pero mi amor por la escalada y la pasión que siento al deslizarme por cualquier pared, sigue siendo la misma que el primer día. Quizás desde otro punto de vista, mas complejo, mas maduro o puede que incluso mas simple. Pero nunca dejó de ser el amor lo que me llevo a escalar y así seguirá siendo.
Llegados a este punto, puesto que recientemente se me han hecho varias entrevistas (último numero especial de la revista Escalar y, a modo de reportaje televisivo para el programa GR7 del canal Valenciano Apunt) hoy no hablaré mas sobre mí. Aunque iré dando pinceladas personales regularmente.
Sobre Actitud, el arte de escalar:
Empazaré diciendo lo siguiente:
- El Proyecto Actitud no es un producto
- no es una ciencia exacta
- no te va a solucionar la vida ni tus conflictos con la escalada
- no es terapia
- no es un libro de auto-ayuda
- no es un manual de entrenamiento
Actitud, el arte de escalar, es simplemente una recopilación de experiencias, prácticas y reflexiones personales llevadas al papel. Es un mensaje cargado de amor y emociones. Una propuesta filosófica organizada de forma tangible y práctica para que cada cual pueda experimentar con su propio mundo interior partiendo siempre de la escalada como base; fuente común de amor por algo que va mas allá de la economía, la industria y el rendimiento. La escalada como poesía, como expresión artística, como medio de desarrollo personal. Espiritual si quieres. Pero siempre fuera de comparaciones. Libre de victorias y de fracasos. Solo existen experiencias, aventuras y aprendizaje. Esta es mi realidad personal en lo referente a la escalada. Mi propio mundo fantástico. Mi país de las maravillas. Mi fantasía. Es una auténtica historia interminable. Y la pongo a disposición de toda persona dispuesta a arriesgarse, a perderse, a ponerse en duda, a conocerse y a volver a encontrarse. Un poquito mas real, mas completo, mas realizado y, espero que mas feliz.
En fin, creo que después de esto ya iréis viendo por donde van los tiros, que no son pocos.
Adjunto una pequeña entrevista que me hicieron hace un par de años con motivo de la publicación de la primera edición y prometo seguir atiborrando vuestras mentes con mi incesante, crítica, amoral y a menudo provocadora verborrea.
Saludos y mis mejores deseos.
VIVAN LIBRES!!!
Hipp`s.