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Algunas aclaraciones sobre los últimos accidentes y demás..

La Torre Sin Nombre un viejo sueño alcanzado.


“Nadie puede construir el puente sobre el cual hayas de pasar el río de la vida; nadie, a no ser tú”

Friedrich Nietzsche

 

Aquí me encuentro todavía en Pakistán después de nuestra aventura en el Trango y enclaustrado en el hotel. Un serie de manifestaciones están causando furor entre la ciudadanía. Parece que la gente está empezándose a cansar de un gobierno que a todas luces parece bastante corrupto. El ambiente no es violento aunque se recomienda no liarse mucho en el meollo. El caso es que estaría igualmente aquí encerrado por la necesidad de tener un baño cercano, no se está tan mal en la habitación y siempre y cuando los metros a recorrer no sean demasiados, ni haya que trajinar demasiado con la ropa..

Sean Leary “Stanley” en el Valle de Arán.

 El caso es que no paro de leer noticias y comentarios sobre el último accidente de Abraham Cubo que admito a mi también me tiene alucinado por todo lo que estamos viviendo. Especialmente porque Abraham sabía muy bien lo que hacía y era bueno volando.

Abraham Cubo.

Hay van unas opiniones y aclaraciones totalmente personales por si puede ayudar a aclarar más el tema.

 Al igual que ocurre en cualquier deporte que tenga algo que ver con el riesgo existen diferentes niveles sobre como vérselas con esta circunstancia.

Darío Barrio volando de espaldas en Lillo.

De la misma manera que la escalada no es lo mismo que el alpinismo y el Big Wall no tiene nada que ver con la escalada deportiva, en el mundo del salto BASE y el paracaidismo ocurre lo mismo.

Haciendo una estrella agarrados por las piernas con Armando del Rey y Darío Barrio en lillo.

 El paracaidismo es un deporte seguro. De la misma manera que la escalada en una escuela es segura el paracaidismo también lo es. Y esto se le debe a muchos que se lanzaban a la aventura sin saber como acabaría el asunto sin duda.

 El paracaidismo se divide en varias disciplinas. El free fly que sería volar como cada uno quiera para entendernos haciendo piruetas sin más en el aire con una caída que ronda el minuto desde 4000 metros hasta una altura cercana a los mil sobre el nivel del mar.

Solo en el paracaidismo podría nombrar varias disciplinas más, el Swooping que son esos aterrizajes a ras del suelo hasta casi derrapar con un paracaídas normalmente más pequeño. El vuelo relativo en equipo, esas estrellas clásicas que se hacen entre varios hasta batir records con mucha gente volando al mismo tiempo. El wingsuit o traje con alas que permite volar hasta tres minutos y hacer largos recorridos antes de abrir el paracaídas. Y dentro de cada una de estas disciplinas hay variantes en la forma de volar como por ejemplo hacer atmo o traquear que es como intentar volar horizontal pero sin un traje de alas.

 (Dentro de un paréntesis te puedes encontrar cualquier cosa. En este caso quiero decir que espero que no lean muchos paracaidistas profesionales este artículo que está expresado en términos sencillos para que me entienda todo el personal.)

 Un tema a parte es el mundo de la competición. Para cada disciplina hay competiciones de todo tipo y en todos lados del mundo. Lo mismo está ocurriendo en el salto BASE que desde hace unos añitos también hay cabida para la competición.

 En España hay varias zonas para practicar el paracaidismo. En Ampuria Brava, en Barcelona, en Sevilla, en Castejón, en Ocaña, en Lillo como las que están mejor organizadas. La gente que dirige estas zonas suelen ser empresarios, padres de familia o buenos profesionales del tema con varios miles de saltos a sus espaldas, en la mayoría de los casos estos profesionales pasan de los 10000 saltos y alguno hay por ahí que lleva más de 20000. Quiero decir con esto que trabajan de una manera muy seria y que en estas escuelas no hay accidentes graves a lo largo del año. Como en todos lados, en todos los deportes alguna vez muere alguien. Pero la realidad de apretar el botón y que el paracaídas no se abra no tiene nada que ver con los más de 200000 saltos que se hacen anualmente en España, incluidos tamdem donde saltan personas de poca edad hasta abuelos de ochenta años.

Volando con el traje de alas o wingsuit y con un equipo de BASE en Picos de Europa.

 Y por fin, llegamos al salto BASE. A diferencia del paracaidismo donde hay un equipo de reserva y un mecanismo llamado Cypres que si cayeras inconsciente sin abrir el paracaídas principal este otro se abriría automáticamente a cierta altura del suelo, sin embargo en el BASE solo hay un equipo. Contrariamente a lo que se pueda pensar es un equipo mejorado y todo está muy simplificado. El equipo de BASE nunca es un problema en la casi totalidad de los accidentes que estamos viviendo. Lo mismo que ocurre con el paracaidismo el BASE tiene sus diferentes disciplinas. Saltos cortos, saltos con velocidad terminal y saltos con diferentes tipos de trajes de alas. Por no hablar de saltos de diferentes sitios. Globos, edificios, paredes, parapentes, helicópteros, gruas, etc,..

 La mayoría de los accidentes que estamos viendo tienen que ver solo con esta disciplina del wingsuit o traje de alas. Y dentro de esta disciplina, los vuelos de aproximación o proximity flying. Quiero también aclarar que el proximity no tiene nada que ver con salir de una pared volando con un traje de alas y separarse de la pared. En este caso, el proximity, es todo lo contrario, acercarse a los obstáculos y pasar rozando por ellos.

 Un capítulo a parte sería hablar de los vuelos o saltos de aventura, como saltar de la estratosfera, saltar con un equipo lo más pequeño posible o los saltos más salvajes como pasar por un agujero o un pasillo entre rocas. Estos saltadores son muy pocos en el mundo y tienen una experiencia de miles de saltos a sus espaldas. Ellos son los que están abriendo fronteras con vuelos hasta ahora inimaginables.

Espero que estas líneas puedan ayudar un poco más a ir entendiendo mejor el salto BASE.

Escalando la Torre Sin Nombre en el Trango, Karakorum.

 Respecto al salto que hice el otro día desde la Torre Sin Nombre no era técnicamente muy difícil, para entendernos, y bastante seguro. La única cosa interesante es que fue el primero que se hizo desde esta montaña y para ello si que me valió mucho la experiencia de saltos como en Baffin, desde la Torre Asgard, o el Laila Peak el año pasado desde 6100 metros. Llevábamos varios días escalando una ruta cada vez más abandonada, la eslovena. Estaba totalmente machacado y deshidratado después de todo el día escalando. No quedaban más que segundos para decidir saltar y di ese paso hacia lo incomprensible que significa empezar a volar.

Saltando de la Torre Sin Nombre. El vuelo de una vida.

Me preocupaba el aterrizaje y decidí ir hacia el lago ya que el resto era todo grandes bloques y todavía había que salir de estas montañas a tres días de aproximación del pueblo más cercano. Aterricé justo a dos metros, el salto perfecto.

Entre tanta intensidad y aventura no paraba de pensar en Darío Barrio que tanto me enseño a forzar siempre un poco más. Darío ha sido un ejemplo de vida en muchos aspectos, a pesar de su vehemencia con el riesgo.

Sin duda bajé más rico de la cima de la Torre Sin Nombre. Desde el aire volví a ver ese doble atardecer que siempre disfrutaba en el campo base cuando el sol se escondía detrás del Uli Biaho. No podré compartir el salto con algunos amigos. No es que me arrepienta de lo vivido ni de mi salto, no creo que sea el último, pero dentro de mi, algo ha cambiado para siempre.

Con jose Fernandez con quién tuve la suerte de vivir esta aventura.
En la cima con Jose.
Darío Barrio estaba en mi mente durante el transcurso de toda la expedición. Una persona irrepetible.