Hace ya una semana que volvimos de la segunda concentracion. Ya veis… hasta ahora que se ha puesto a llover no me he sentado en el ordenador…ni he regado las plantas, que estan agonizantes unas y muertas otras. Y es que no me da para mas. El ansia de escalar me puede y las faenas de oficina se me acumulan como se acumula el polvo en los muebles de casa. El caso es que fuimos y volvimos, escalamos fiuras e hicimos muuuuchos kilometros… Lo contare con mas detalle <!–more–>
Salimos el jueves 23 de Huesca. Algunas vinieron el dia anterior para poder salir temprano con todo cargado. Maddi e Iratz venian desde Donosti con una furgoneta de 9 plazarz que alquilamos para la ocasion. Otra vez tuvimos que jugar a tetris para poder poner todo el material que llevabamos: Lo mismo que llevariamos para escalar en Yosemite cualquier tipo de via, o sea practicamente todo el material de roca que tenemos disponible, incluyendo cuerdas finas y gordas, hamaca, petates, estaticas… ademas de lo personal de cada una y la ropa que Trangoworld nos habia pasado el dia anterior, una locura.
En Barcelona recogimos a Miriam y Asun, que venian de Jaen y Salamanca y nos embutimos todas en la furgoneta. Tambien venia con nosotras Patty como fotografa, asi que eramos ocho. Increiblemente todo cupo en la furgoneta y seguimos el largo viaje hasta Ceresole Reale. Comimos en ruta y paramos para solo satisfacer nuestras necesidades mas urgentes. Al llegar nos llamo la atencion la gran cantidad de nieve acumulada tras un invierno especialmente crudo. Enormes avalanchas habian arrancado arboles que debian de tener mas de treinta años y hasta se llevarosn por delante algunas casas. Al salir de casa el primer dia nevava ligeramente. Poco a poco gano en intensidad y acabamos escalando en la pequeña fisura kosterlitz y otra dificil fisura abierta por Edingler al lado de la carretera. No nos podiamos creer la crueldad de nuestra situación. Estabamos en uno de los mejores lugares de Europa para escalar fisura y allí estabamos, abrigadas como para ir a escalar hielo y aguantando la ventisca por catar unos pocos metros de fisura en el canto de la carretera. Es lo que había, pero todavia teniamos esperanza. El segundo día aguanto sin nevar, aunque estuvo nublado todo el dia, asi que estuvimos en la base de Sergent probando fantasticos largos. Tuvimos uan maxima de 2 grados, asi que el grip era perfecto! Con los pies mojados por la nieve de la base nos fuimos contentas a casa, esperando que la situacion mejorase… pero al dia siguiente amanecio cayendo copos como boinas. Malamente estuvimos en una pared haciendo practicas de emplazamientos en artificial mientras veiamos decepcionadas como las paredes se empapaban y caian cascadas por todas partes. Desde que llegamos ni siquiera habiamos tenido oportunidad de ver el valle, las nubes bajas habian sido las protagonistas. Por la noche fuimos a consultar la meteo. Estabamos en el centro de una borrasca que parecía que no se iba a mover en el resto de la semana. Decidimos marcharnos a buscar fisuras secas al dia siguiente. Con las mismas cosas y toda la comida que habiamos comprado volvimos a encofrarnos en la furgoneta. La salida fue tensa, con la carretera nevada. Llegamos a Huesca a las 3 de la madrugada, dormimos unas horas y proseguimos el viaje hasta La Cabrera. Por la tarde estabamos escalando en el bloque Californiano. Los dias siguientes los pasamos escalando fisuras, largas y cortas, anchas y estrechas, desollandonos los dedos como queriamos hacer en el valle del Orco…y no llovio casi. Gracias a Cesar, que nos dejo su casa en Manzanares pudimos disfrutar la semana escalando sin arruinar nuestro presupuesto. Y gracias a la motivacion de todas tomamos la decision correcta: cambiar de sitio pero no de planes… La concentracion concluyo con la sensación de haber escalado mucha fisura, de haber mejorado la tecnica, al fin y al cabo lo que queriamos… Solo tuvo un pequeño inconveniente: Los 4500 kilometros que hicimos para escalar en la Cabrera… Eso si, disfrutamos en Madrid de la mejor pasta y el buen queso italiano a precio de Turin.
La Cabrera mas lejana
Hace ya una semana que volvimos de la segunda concentracion. Ya veis… hasta ahora que se ha puesto a llover no me he sentado en el ordenador…ni he regado las plantas, que estan agonizantes unas y muertas otras. Y es que no me da para mas. El ansia de escalar me puede y las faenas de oficina se me acumulan como se acumula el polvo en los muebles de casa. El caso es que fuimos y volvimos, escalamos fiuras e hicimos muuuuchos kilometros…