Ya estoy de nuevo en España, aunque en casa sólo estuve un día, lo justo para dejar el material de hielo e irme hasta Albacete, en donde tenía una proyección. De Rjukan volví contenta. A pesar de no haber pasado del primer largo en Lipton(el hielo del techo se cayó) por la escasez de hielo, y por tanto de aseguramiento, nos vinimos para casa con muchos largos verticales, entre otros, una clasica de WI6, Juvsoyla y dos sextos más de dificil formación: Der Graue y una columna desplomada en Krokan.
Las otras veces que estuve esta última columna tenía una base de escasamente 30 cm para sostener un volumen de hielo que sería suicida escalar así. De hecho ni sale en la guía como cascada. En su lugar salen dos largos de M8 que terminan en la parte alta de la columna.
El último día fuimos a este sector con intención de escalar algunos largos que nos quedaban y hacer fotos. Al llegar habia unos italianos escalando en top rope la cascada en donde pensabamos escalar, un largo bastante vertical de WI5. Al ser bastante ancha, podiamos compartirla, quizás. Les preguntamos si iban a ocuparla mucho tiempo. Nos contestaron que estaban escalando y por si acaso nos quedaba alguna duda de que no tenían intencion de dejarnos escalarla en un buen rato, subió uno de ellos en yoyo con otra cuerda y montó otro top rope justo al lado.

Vaya impresentables, pensamos, y ahora que… Los largos situados a la derecha estaba muy trillados, tanto que no hacia falta ni clavar, y no nos apetecia escalarlos. La columna estaba allí, preciosa e impresionante, pero no me hacía mucha gracia calentar en ella, porque parecía díficil. Me hice la remolona, pero finalmente me decidí. Despues de poner el primer tornillo empieza la fiesta. Al principio el desplome es leve, pero los brazos se hinchan pensando en donde clavar el piolet entre las formas y la cabeza piensa mas de la cuenta en la raja que recorre la columna en todo su grosor o en si los tornillos, que quedan bailando, aguantarían una caída. Conseguí pasar de estos pensamientos por la necesidad de concentrarme en reposar los antebrazos, porque mis movimientos se estaban volviendo torpes y poco precisos debido al ácido láctico… Conforme me acerco a la salida, los carámbanos superpuestos conforman un desplome poco habitual en hielo, otro tornillo más, este tampoco quedó bien…otro mas, ¡¡mierda!!… ¡¡que miedo!!…hasta la salida, una panza con pies lisos por debajo de los carámbanos. Se me va uno, al loro, primo, ¡¡que me matoooo!!… Los brazos a punto de estallar…Se me abren las manos, al lorooooooo!!! ……….. Pongo los pies por encima de la panza con poca elegancia…Ya está!!, uf, que calentamiento!!

La dichosa columna resulto ser mas difícil de lo que parecía. Y así, sin esperarlo, me llevo puesto otro largo duro. En silencio, estaba agradeciendo la mala onda de los italianos, porque después le daba el sol, y con las temperaturas que tuvimos los últimos días-sobre cero- no me hubiera animado mas tarde.
