El 6 de mayo del 2009 la alpinista coreana Miss Oh y tres sherpas intentan la cima del Kangchenjunga en malas condiciones meteorológicas.
En Noviembre, a raíz de las crecientes dudas sobre esta ascensión, la Federación Coreana de Alpinismo celebra una reunión en la que participa Miss Oh, tres editores de revistas de montaña y tres alpinistas que han ascendido la cima. No hay decisión ni a favor ni en contra. En Agosto, uno de los canales de televisión más importantes de Corea, la SBS, emite un reportaje que despierta tanta inquietud que la Federación Coreana reúne a seis alpinistas (todos han estado en la cumbre del Kangchenjunga). Su conclusión: es “improbable” que Miss Oh alcanzara la cima. Miss Hawley tras dar su opinión privada a Edurne: “Lo mejor que puede hacer Miss Oh es regresar al Kangchenjunga”, decide mantenerse en su papel de “No soy juez” y nos dice “No tengo una opinión que desee hacer pública”.
Hemos dedicado muchas horas de investigación al reportaje que publicamos en este número. En el revelamos varios temas clave. Por un lado contamos como conseguimos ser los primeros en contactar con Nurbu, uno de los tres sherpas que acompañaban aquel día de cima a Miss Oh. Una cima que Nurbu niega. Pero no quiere darnos la/s prueba/s que dice tiene si no le pagamos. Por otro, y este es un dato desconocido hasta el momento, está el hallazgo de una bandera de Miss Oh, sujeta con cuatro piedras, en un punto a aproximadamente media hora de la cima. Quien puso allí la bandera (y solo pudo ser Miss Oh) lo hizo pensando que aquello era la cima.
Nuestro trabajo de investigación nos ha llevado a la misma conclusión que la Federación Coreana: Miss Oh no alcanzó la cima. Abandonó en los alrededores del rapel, a una media hora de la cumbre. Coinciden en este punto la declaración de Nurbu y el hallazgo de la bandera que Miss Oh llevaba a la cima.
En cualquier caso, lo mismo que la Federación Coreana, estamos abiertos a estudiar cualquier nuevo documento que aporte Miss Oh. Este es el punto más “oscuro” de esta historia. A pesar que desde hace casi un año en Corea, y más tarde en todo el mundo, se duda de esta ascensión, Miss Oh se ha mantenido en silencio sin aportar ningún documento. Una actitud poco deportiva cuando se pretende ser la primera mujer que logra un hecho único en la historia del alpinismo.
(Editorial número 291 revista Desnivel -Octubre 2010- )
Darío Rodríguez
Lo más probable es que los sherpas, a causa de la tempestad y el peligro, hicieran creer a miss Oh que ya había llegado al punto considerado “cima” ya que a la cumbre física no se sube para respetar el caracter sagrado del Kangchenjunga.
Pienso que miss Oh descendió convencida y de buena fé de que había escalado ese “ochomil”.
Los sherpas aman la vida, bien seguro, y si a causa de la tormenta se vieron en peligro convencerían a la himalayista coreana de que, conseguida la “cima”, era el momento de bajar.
Magnifica investigación y extraordinario reportaje de la revista DESNIVEL. ¡Muy buen olfato de su director Darío Rodriguez!.
Jesús, esta teoría la mantiene “en privado” la propia Miss Hawley. Uno de los sherpas había estado ya tres veces en la cima del Kangchenjunga y es posible que Miss Oh le creyera. También es posible que, dado el cansancio y el mal tiempo, no fuera muy consciente de donde estaban. Y, también, otra posibilidad: que le viniera bien creer a los sherpas (debido a esta fatiga y al mal tiempo)… El caso es que los sherpas sí que saben lo ocurrido y comienzan a comentarlo con otros sherpas. Y es “vox populi” entre los sherpas que Miss Oh no llegó a la cima. Y estos son los comentarios que llegan al equipo de Edurne Pasaban en el campo base del Annapurna.
Los sherpas, como bien dices, aman la vida, tienen familia, y también, como buenos profesionales, velan por la seguridad de su cliente.
Además, a estos sherpas y a Miss Oh, aun les quedan tres ochomiles para cumplir su objetivo de esta temporada. Lo último que desean lógicamente -habiendo abandonado tan cerca de la cima en un ochomil complicado como el Kangchenjunga- es volver a repetir la ascensión… si lo hacen casi seguro que no podrán ascender los tres ochomiles que tienen por delante. Tampoco a Miss Oh creo que le hiciera mucha gracia pues sus posibilidades de ser la primera mujer en completar los catorce se difuminarían casi totalmente…
La realidad es que muchos meses después de que la Federación Coreana negara esta ascensión, Miss Oh aún no ha dado ninguna respuesta.
Sí reconoce que no alcanzó la cima. Ella dice que se quedó a cinco ó diez metros. La bandera coreana de Miss Oh sujeta con cuatro piedras que encontró el siguiente grupo que subió al Kangchenjunga indica que a alrededor de media hora (con oxígeno), más tiempo si se asciende cansado o sin oxígeno.
Es una historia apasionante en la que confluyan muchas otras historias. Y, sobre todo, dos culturas y forma de ver la montaña muy distintas.
Gracias por tus precisiones Darío. A una escala mucho más modesta yo tambien me he percatado de que no siempre los guías, en mi caso bolivianos, tienen demasiado interés en llegar hasta la cumbre.
En el Mururata, de 5.865 mts, el guía pretendía que nos quedaramos en la antecima, sólo unos metros más baja que la cumbre, pero a casi 200 mts de distancia y con una enorme grieta de por medio. Me costó convencerle, tuvimos unas palabritas.
En el Sajama, 6.538 mts, intentó desanimarme de salir de la tienda camino de la cumbre porque hacía un fuerte viento. De hecho, una expedición británica renunció por esta causa. Pero yo le dije: “Joselito, vamos para arriba que yo he visto vientos peores que éste”
Y es cierto eh, ¡ya sabes como “sopla” en el Moncayo!