Darío Rodríguez

Olimpiadas, ¿sueño o pesadilla?

ACABA de confirmarse: la escalada deportiva ha sido escogida para participar como deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Si la decisión definitiva del COI es afirmativa en su próxima reunión, que se celebrará en Río de Janeiro en agosto de 2016, esta vez no será una falsa alarma como otras vividas en las dos últimas décadas, la última en 2013. Y, la verdad, pocos deportes se nos vienen a la cabeza a los que el lema olímpico Citius!, altius!, fortius! (¡más rápido, más alto, más fuerte!), les venga tan al pelo. Mientras tanto, el IFSC (Federación Internacional de Escalada Deportiva) da palmas al ver casi conseguida su máxima aspiración. También el mundo alrededor de la competición, las estructuras artificiales y la escalada indoor espera con los dedos cruzados que la última palabra del Comité no acabe con esta vieja aspiración.

Paralelamente surgen voces críticas preocupadas por un posible apoyo desmesurado a la competición y la tecnificación por parte de las federaciones (en España no existe una federación independiente de escalada deportiva). Qué desastre sería que unos presupuestos, ya de por sí mermados, para formación y seguridad, investigación de materiales, accesos y mantenimiento de zonas y promoción de base de la escalada en roca se vieran de nuevo recortados. Aunque por otro lado que la escalada sea deporte olímpico implicará que los escaladores –que compiten– tengan más apoyo de distintas partidas presupuestarias. También asusta a muchos que la popularización de la escalada acelere el incremento desmedido de practicantes en las zonas de roca. La IFSC calcula que en 2013 había 25 millones de escaladores en el mundo y que en 2015 nos hemos puesto en la friolera de los 35 millones.

Cuestión de formato
Otra cuestión en la que sabemos se está trabajando desde hace tiempo es en la búsqueda de un formato atractivo para el público, escalador o no escalador. Hay que dar con la fórmula para que el espectador sepa perfectamente lo que está pasando, entienda la clasificación y vibre de verdad. Los “combates” rápidos tipo duelo seguro que están en la mente de muchos.

“Necesitamos nuevos héroes, y que salgan a competir como los viejos gladiadores”, nos decía un amigo que se pasó un día por la Redacción. “Propongo que se compita sobre vías altas de psicobloc… y con pirañas en la piscina”. Yo ya no sé si lo decía en serio, pero desde luego el tío ni sonreía…