Darío Rodríguez

El juego de la creatividad

En este número hablamos de dos personajes recientemente desaparecidos que han marcado la historia de nuestro deporte: el alpinista Nil Bohigas y el editor Ken Wilson. ¿Qué hilo puede unir a un gran alpinista y a un gran editor? Ken Wilson fue el editor de la mítica revista Mountain; tras cubrir esta etapa se centró en la edición de libros de montaña, muchos de los cuales se han convertido en referencia obligada para varias generaciones. No solo los elaboró con pasión partiendo de una idea creativa, también siguió su máxima: “Comprueba que tu libro está tan perfecto como te sea posible, porque una vez salga de imprenta no hay vuelta atrás”.

Es la misma idea que Enric Lucas y Nil Bohigas siguieron en su ascensión a la Sur del Annapurna en 1984, una escalada que marcó una época. Estudiaron la pared durante días y luego se lanzaron a ella en estilo ligero pues esta era la manera en que entendían el alpinismo. El estilo alpino exige compromiso y creatividad. Es una realización artística: una vez trazada la línea ya no hay vuelta atrás. Tiene que ser lo más perfecta posible.

Sobre ello reflexiona Kurtyka en este número, cuando le preguntamos sobre el porqué del alpinismo: “La creación es algo increíblemente importante. Siempre y cuando esta creación viva con nosotros –no importa si eres un hombre sencillo o complicado, si eres artista, empresario o ama de casa– estaremos vivos porque nuestra mente trabaja. La escalada es la gran creación de mi vida, la más diversa. Hay muchas maneras de participar en la creación de la escalada: la forma más obvia es la competición, puedes competir con tus compañeros o con tus propios límites; puede ser creación estática, hacer una línea bonita es el trabajo de un artista; puedes estar obsesionado con superar tus propios límites, ya sean físicos o mentales”.

¿Por qué escalas?
“Qué hace un alpinista escalando en invierno? Solo intenta superar los límites de su sufrimiento. Puede que haya un último modo de creación, que no es otro que la búsqueda de tus verdades psicológicas, como una especie de meditación o de descubrimiento del misterio de la naturaleza que te rodea y de uno mismo, una actitud muy creativa. Así que a la pregunta de “por qué escalas”, la respuesta es exactamente la misma que en cualquier otra circunstancia: vocación. Mientras sigas creando estás vivo; si paras la creación interior, mueres”.