El otro día leí la noticia en la edición digital de un periódico de Galicia. Un compañero anónimo se había negado a romper una cadena para permitir un desahucio. Días después se iniciaron campañas de apoyo a este bombero por parte de ciudadanos, para que no le sancionaran.
Hace ya más de 20 años recuerdo estando en la Academia de Bomberos, haciendo el curso de nuevo ingreso, como Joe Bishop, nos decía los tres Objetivos del Bombero. Y recuerdo el primero y principal, Salvar vidas humanas. Pues bien, lo que hizo mi compañero gallego, fue eso mismo, cumplir con su deber con los ciudadanos, y por ende con esa anciana, que le necesitaba. Mientras cada vez más gente a nuestro alrededor, esta pasándolo mal, y en muchos casos llegando a la desesperación de no ver otra salida que quitarse la vida.
La gente que trabajamos en la emergencia ayudando al ciudadano, y me arriesgo a hablar por todos o casi todos, no podemos permanecer impasibles viendo estas injusticias, porque somos gente de acción, y estoy seguro que este no será un caso aislado.
Donde nos necesite el ciudadano, ahí estaremos. ¡Bravo compañero!