Para prepararme para una expedición me siento delante de una cartulina blanca en la que pinto diminutos puntitos de colores.
Mantengo la vista fija en ellos durante horas. Exactamente igual que desde el campo base observaré a mis compañeros ascendiendo.
A veces, para prepararme para el dolor le pido a una mano inocente que borre un puntito…y me prevengo por si un alud transforma una silueta en una sombra.
Ainsss … si fuera tan fácil prepararse para las pérdidas me compraría un bloc de dibujo enorme.
Microrelato para pensar.
La montaña, siempre exigente…. En lo físico y en lo mental!
Gracias por la reflexión, no siempre al alcance de tod@s 🙄