Ahora me interesa el amor, a lo grande ¿por qué no?
Ahora me interesa la muerte, como alternativa a las historias que hablan de miedo y protección y aislamiento.
Me interesa la vida, como alternativa a las historias que hablan de miedo y protección y aislamiento.
Ahora me interesa escuchar esas historias que no me conectan con la vida y la muerte y colocarlas en un lugar amable y respetuoso.
Me interesa la esperanza, alejada de certezas y expectativas y desesperación, colgando sutil del hilo de los deseos y la confianza.
Salirme de los protocolos. Me interesa dejar de lado esa perversión de convertir los cuidados en una prisión.
Cuidar. Incorporar mi sentido de la salud. Mirar con curiosidad y crítica la fuerza que está tomando la obediencia, el trabajo, el sacrificio.
Pasar por el cuerpo.
Ahora me interesan los telares que tejen historias alternativas a la historia principal; carreteras secundarias, caminos de cabras, riscos, callejones con pequeñas rendijas en las que, quizá, a alguna hora en pleno otoño, se cuela un despistado rayo de sol, o un relámpago.
Y la contradicción me interesa ahora … de aferrarme a la vida. A las rocas con las uñas, al cielo con las pestañas.
Me interesan las redes que quieren cuidar lo sutil y maravilloso.
Alejarme de la escasez con las manos llenas.
Ahora me interesan los miedos que hablan otros lenguajes más allá de máscaras: que cuestionan, que aceptan, que se deshacen.
Y la piel, desde las arrugas de la tierra a las patas de gallo y surcos de la risa. El pelaje salvaje, la hierba desbrozada con las manos, las rocas y sus grietas, los charcos, los desiertos, el hielo, el asfalto.
El roce, el sostén, la caricia, la sangre.
Ahora me interesa el placer como rebeldía, la alegría como rebeldía , el dolor como rebeldía.
Me interesas tú.
Y ocuparme de lo que te preocupa.
Y robarle palabras a la noche.
A las noches estrelladas de verano, a las luces encendidas del invierno.
Ahora me interesa todo lo que se cuenta que no sirve para nada. Servir me interesa, ahora, si tiene que ver con estar disponible a todo aquello que contribuye a cuidar el latido que me mueve.
Y robarle palabras a la noche.
A las noches lluviosas del otoño. A los vientos nocturnos de la primavera.
Ahora me interesa confiar en la humanidad que compartimos.
Y en la tierra a pesar nuestro.
Me interesa el amor a lo grande ¿por qué no ?
4 respuestas a «El amor, a lo grande»
Guau, que ganas teníamos de leerte
Que bueno que volviste! Gracias como siempre
Que bien te expresas y q bonito escribes
Conmovedor. Me ha gustado y emocionado.