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De gargantas y puentes…Thues – Gorges de Carançà

Thues – Gorges de Carançà

Máxima altitud: cota 1.200m
Nivel de dificultad familiar: 2, precaución en las pasarelas y puentes.
Desnivel: subida: +350; bajada: – 350m
Tiempo: Ida: 2h – 45min; ida y vuelta: 3h – 45m (sin prisas por seguridad)
Cartografía: Font Romeu-Capcir, IGN 2249 ET, 1:25.000.
Edad recomendada para ir con niños: a partir de los 5-6 años.

El sendero que discurre por las Gorges de Carançà y la posterior subida al refugio de Carançà (camino que conecta con el valle de Núria) se ha convertido por méritos históricos, deportivos y geográficos en uno de los itinerarios más espectaculares del Pirineo oriental francés. La salida se encuentra situada en Thues, pequeña población accesible desde Perpiñán y Prada si venimos del este, o desde Puigcerdà y Montlluís si llegamos del oeste (carretera N-116). El pequeño Tren Groc (ferrocarril) tiene parada en Thues, conectando Vilafranca de Conflent y La Tor de Querol (Puigcerdà). Las Gorges de Carançà no son peligrosas, pero nos obligarán a tener los ojos bien abiertos a la hora de cruzar puentes y pasarelas metálicas. Son una buena escuela para ir con niños de más de 8-10 años.

Descripción del recorrido
En el aparcamiento de les Gorges (850m), situado en la parte más al sur de Thues, junto a la vía del tren y a la montaña, encontraremos dos caminos que dan acceso a las Gorges de Carançà. El primero parte hacia el SO (derecha) y, tras cruzar por un puente la vía del Tren Groc, deja a la derecha el camino a Fontpedrouse y gana en constantes zigzags un importante desnivel hasta situarnos en un camino aéreo (la ruta de las cornisas) que avanza hacia las Gorges por el margen derecho del río. Son muchos los senderistas que escogen esta ruta a la ida o a la vuelta, pues es más rápida y espectacular que la tradicional. Si vamos solos es una vía de subida muy recomendable, pero si vamos con niños no solo es peligrosa y cansada en su inicio, sino que nos obligará a ir con pies de plomo en la parte más aérea del recorrido. Como siempre defendemos que es mejor prevenir que curar, seguiremos el itinerario clásico de entrada a las Gorges de Carançà. A la hora de seguir el camino, prestaremos atención a las señalizaciones.
Dejaremos el aparcamiento atrás y pasaremos por debajo de una gran roca perforada, entrando en un camino que va ganando altitud progresivamente y dejando el río a nuestra derecha. El camino se va convirtiendo en un sendero que no tiene pérdida y va ganando altitud por encima del río. El bosque nos rodea y nos adentramos en un entorno casi selvático, húmedo, lleno de mosquitos por la tarde (recomendamos salir muy temprano por la mañana). Cuando el río llega a la altura del sendero, conectaremos con la ruta de las cornisas, que parte junto a una pequeña presa (Chambre d´Eau). En breve entraremos en la parte más divertida y aventurera de todo el itinerario. En total encontraremos cuatro pasarelas metálicas suspendidas por encima del río y otros tantos pasos enclavados en la pared, algunos aéreos, pero bien asegurados con cables y barandillas, que nos ayudarán a avanzar por las Gorges repletas de rincones sacados de una novela de Tolkien. Si vamos con niños muy pequeños, o con personas que puedan tener miedo, puede ser una buena opción llevar un pequeño arnés y un cordino por seguridad. Una vez que dejamos atrás todas las pasarelas y los cuatro puentes, podemos dar por terminada la excursión; no obstante, si tenemos fuerzas y tiempo, podemos seguir subiendo hasta dejar atrás la zona de bosque. El número de visitantes desciende en picado y hasta el refugio del Ras de Carançà normalmente sube muy poca gente, debido a la distancia y al desnivel.
Precios del aparcamiento en Thues: 2 € por un día, 3 por dos días y 5 € si se está 3 o más días. Autocaravanas, 6 € (la primera media hora es gratuita).

 

El entrañable Petit Tren Groc
Ideal para una excursión familiar de un día, sea desde Perpiñán y Vilafranca de Conflent o desde La Tor de Querol y Bourg Madame, el Petit Tren Groc tiene su origen en un proyecto que se remonta a 1883, aunque las obras de construcción no comenzaron hasta 1903. El funcionamiento del primer sector data de 1910, y el último tramo hasta La Tor de Querol, que permitía la conexión con el Transpyrénéen, se finalizó el 6 de agosto de 1927. En 1928 la línea amplió su frecuencia de trenes y se convirtió en el único enlace ferroviario entre Perpiñán y Puigcerdà. La línea es de vía métrica, de 63 km de longitud y la más alta de Francia, teniendo su punto culminante en la estación de Bolquera-Eina (1.592 m). El desnivel de 1.165 m exige pendientes del orden de 60 mm/m y su accidentada orografía ha dado lugar a 19 túneles y numerosos puentes, alguno de los cuales ha consagrado el genio de la época en materia de arquitectura ferroviaria. El viaducto Sójourne, todo él de granito, de 65 m de altura y 250 m de longitud, así como el puente Gisclard, de firme inclinado y 80 m de altura, son dos ejemplos de esta observación. Este último supuso una revolución técnica durante los años 1905-1908 en que fue construido y solucionó con éxito el problema que desde siempre había existido en la utilización de puentes colgantes, provocando aún hoy en día la admiración de los visitantes, por la elegancia y ligereza de la obra. Cabe también señalar la triste circunstancia de que su inventor y realizador, el matemático Gisclard Albert, murió trágicamente el mismo día de las pruebas oficiales al descarrilar el tren de ensayo que se utilizó, el cual no disponía del sistema de frenos eléctricos previsto en el uso normal.
El material rodante es una de las curiosidades del parque de la SNFC, debido a las dificultades del trazado (pendientes de 60 mm/m y curvas de 80 m de radio, sin recurrir al sistema de cremallera) y está compuesto de máquinas automotrices de 300 CV, provistas de cuatro motores, frenos reostáticos, freno automático Westinghouse adaptable a la presión y freno de tornillo. Su capacidad es de 40 plazas. El material remolcado dispone de vagones tipo Midi y Nord de 44 y 46 plazas, además de vagones panorámicos descubiertos de 59 plazas especialmente concurridos en la época estival. Todo el material ha sido modernizado en dos ocasiones. Debido a las dificultades invernales, el vagón motor ha sido equipado con dos sistemas quitanieves. La alimentación de la corriente de tracción es de 850 V en continua y se efectúa por medio de un carril de contacto lateral, colocado sobre soportes aislantes y protegido en las partes frecuentadas por el público. La corriente es producida por un complejo hidroeléctrico creado para este fin, con un embalse situado a 2.000 m de altura con una capacidad de 17.500.000 m3 y transportada a 20.000 V hasta 7 subestaciones telecomandadas desde Montpellier. La velocidad máxima autorizada es de 55 km/h. Los trenes de viajeros no pueden sobrepasar los 6 vehículos, y cada máquina automotor solo puede arrastrar un remolque.
El tonelaje máximo responde a esta fórmula: tantas veces 52 toneladas como máquinas automotrices hay en servicio. Los cruces solo pueden efectuarse en determinadas estaciones. La línea está abierta todo el año, si bien en invierno el servicio es más reducido y en ocasiones sustituido por autobuses, que provocan la decepción de los aficionados al Tren Groc. En función de la demanda, se pueden realizar viajes especiales, para acompañamiento de grupos, cursos de esquí, exploraciones, etcétera. Por todo ello, es recomendable, sobre todo en periodo estival, unirse a los numerosos visitantes que realizan un inolvidable viaje al ritmo tranquilo del excursionista de montaña, que va lentamente pero con seguridad, lo que permite disfrutar de la decoración del alto valle del Tet y de las obras técnicas realizadas para la construcción de esta línea.