Niños correteando por la montaña, algunos chillando y otros en silencio. Niños disfrutando de un juego en família en un bosque frondoso, de cuento. Niños calmados pero muy ilusionados. Niños artistas, sentados en una piedra con un papel, una carpeta en las rodillas y unos cuantos rotuladores, preparados para pintar un paisaje de ensueño. Niños que disfrutan bañándose en un lago de montaña y otros que tiran bolas de nieve aprovechando los restos de algun nevero que se mantiene hasta bien entrado agosto. Niños con vértigo y niños que saltan riscos como cabras o marmotas. Niños que disfrutan en la nieve y comparten la comida en un albergue y otros que duermen en refugios y tiendas de campaña, como sus padres antes que ellos…La montaña es mágica, es única y nos ayuda a educar. La montaña y los niños forman desde hace años un binomio muy especial. Por un lado es una gran escuela, donde se pueden aprender valores que enriquecen a toda la familia y por otro, la montaña es un gran estadio donde el niño puede desarrollase física e intelectualmente, debido a la cantidad de información que puede llegar a recibir durante una excursión o ascensión.
– Deja que corra, que disfrute del monte, decia el abuelo. – No pasa nada, decía el padre tranquilo. – El niño no es una oveja ni una marmota, ¿y si tropieza o molesta a algún bicho, decia la madre persiguiendo al pequeño cerca del refugio de Les Oulettes de Gaube, en el Parque Nacional de los Pirineos (Francia)…
Cada año, normalmente en verano, observamos varios espectáculos familiares dignos de ser admirados con calma. Si podemos, tomamos muchas notas, pues nunca es tarde para aprender algo nuevo para nuestros libros… Tras mas de veinte años viajando sin parar (los últimos seis con niños) y tras la publicación de nuestro Manual de Montañismo con Niños (Ediciones Desnivel 2012), tuvimos muy clara la idea y el mensaje que queríamos transmitir con esta guía. Para nosotros la montaña está llena de recuerdos familiares. Hay cumbres y valles que no se olvidan facilmente y con el tiempo se han convertido en una parte de nuestra vida.
A nivel personal, recordamos perfectamente la primera vez que disfrutamos de una salida a la montaña en familia, mas allá de un simple paseo. Para la familia Nikitina, los bosques de Lituania y los Tatras se convirtieron en el nucleo de las primeras excursiones familiares, y para los Riverola Morera, los Pirineos, Picos de Europa y Alpes fueron testigos (y lo siguen haciendo) de muchas de sus aventuras. Con el paso de los años, las familias se unieron, los padres se convirtieron en abuelos y los hijos en padres…y los Pirineos y los Alpes volvieron a convertirse en el centro de nuestras actividades, llegando incluso a Escandinavia y los Montes Metalíferos, en la frontera checo-alemana. Recordamos como si fuera ayer las salidas en familia al Pirineo escuchando a Jason Donovan, los Pet Shop Boys, U2, Simple Minds, Kylie Minogue o Rick Astley en el radio-cassette de nuestro Renault 9…pasando por pistas de montaña que hasta los 4×4 se asustaban (en sus buenos tiempos, Don Antonio Riverola conducia mucho mejor por montaña que por carretera). Una mención especial merece la primera visión panorámica del Midi D´Ossau. Fue el 2 de enero de1989, durante el transcurso de un viaje de esquí con los Maristas a Jaca y Astún. Era la primera gran esquiada de varios días con los amiguetes del colegio y al subir hasta la Raca (2.290m) en telesilla, contemplamos como una elegante mole se levantaba hacia el N, solitaría y dominante, cubierta por un manto blanco. Al llegar la Semana Santa de 1989, volvimos a Jaca y a Astún y empezamos a recorrer el Parque Nacional de los Pirinieos, disfrutando del Midi D´Ossau muy de cerca.
Sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que gran parte de la familia Riverola Morera ha crecido y se ha formado en las cumbres del Pirineo aragonés. Con el paso del tiempo fuimos mas y mas lejos y actualmente nuestros dos hijos siguen viajando con nosotros sin problemas, veremos que ocurre cuando tengan 14 o 15 años…Antes de subir cuatromiles, pateamos muchos dosmiles y tresmiles pirenaicos, asi como valles, bosques y muchos senderos, con repeticiones en familia que se han disfrutado mucho mas, y es que practicar deportes de montaña en familia, no solo une, sino que es mucho mas agradecido y enriquecedor que hacerlo solo, aunque evidentemente, respetamos todos los puntos de vista.
Preparar una excursión en casa puede convertirse en una fascinante aventura antes incluso de pisar un camino o sendero. Dormir en un refugio, acampar o disfrutar de una noche en un albergue de montaña y descubrir por la mañana a un rebaño de rebecos bebiendo en un riachuelo cercano es algo que no se enseña en una clase. Invitamos a nuestros lectores, sean padres, abuelos, primos, tios, profesores o monitores de campamentos, a dejarse llevar por la magía de nuestros Pirineos, desde el Atlántico al Mediterraneo, descubriendo rincones fascinantes.